quinta-feira, 13 de outubro de 2016

Agustín de Perea, un escultor barroco recuperado



Cristo de la Coronación, foto / JJ COMAS


Descubriendo al autor del Cristo de la Coronación de espinas del Valle



Por MANUEL JESÚS ROLDÁN,



La reciente restauración por Musae S.C. del grupo de San José con el Niño, titular de la capilla dedicada al Santo Patriarca, es un nuevo avance en el programa de restauración emprendido por la Asociación Pro-restauración de la capilla. La recuperación de la talla permite, además de su reciente salida procesional, establecer una semblanza sobre su autor, Agustín Perea, escultor de origen malagueño que trabajó en la Sevilla de finales del siglo XVII.


San José con el Niño, Agustín de Perea

El grupo de san José con el Niño restaurado por Musae se puede identificar con la obra que la hermandad pagó en 1694 al escultor Agustín de Perea, un encargo que también incluía la talla de los dos ángeles que lo coronan en el retablo mayor de la capilla. Se trata de un grupo itinerante (frente a la otra tendencia iconográfica de mostrar al Niño en brazos de San José) que, según el profesor Fernando Cruz Isidoro, debió ser retocado en una intervención del año 1867, ya que anteriormente estuvo revestido con telas naturales, según se puede comprobar en un grabado del año 1747 conservado en el Palacio Arzobispal que ilustraba un expediente para ampliar la cabecera de la capilla.

El grupo presidió el retablo original de Luis de Figueroa, pasando posteriormente al retablo principal actual. En su composición contrasta el mayor hieratismo de la talla de san José frente al dinamismo del Niño.


Detalle rostro San José

Conserva desde su concepción original algunos detalles anecdóticos con notable carga iconográfica, como la sierra alusiva a la condición de carpintero o el pajarito que el Niño muestra a san José, elementos que han sido restaurados dentro del modélico proyecto de conservación y restauración de la capilla.

El grupo es una de las pocas obras conservadas e identificadas de su autor, Agustín de Perea, conocido en Sevilla por la talla de la imagen del Cristo de la Coronación de la hermandad del Valle. Perea había nacido en Málaga en 1658, siendo hijo de un maestro de albañilería que trabajó en la capital malagueña, y teniendo entre sus hermanos a un religioso del convento de la Merced de Sevilla, actual Museo de Bellas Artes.


Niño Jesús de San José

La formación de Perea se realizó en el taller de Pedro de Mena, aunque pronto se trasladó a Sevilla, donde ya consta su presencia en el año 1674, según hacía constar el propio escultor en un su declaración matrimonial del año 1679. Perea vivió en las collaciones de San Isidoro y del Salvador, teniendo relación con el retablista Bernardo Simón de Pineda, que fue padrino del primer hijo del escultor en 1680, una práctica habitual dentro de la endogamia artística de la época. Otro aspecto habitual y representativo de su siglo son sus tres matrimonios, tras el fallecimiento de sus esposas, en unos tiempos en los que la soltería no solía ser entendida socialmente, siendo especialmente desgraciada la muerte de su segunda esposa María de Bobadilla, que falleció en 1688 sin llegar a cumplir un año casados. También fue temprana la muerte del propio escultor, que falleció en 1701 a la edad de cuarenta y tres años.


Detalle rostro Niño

Aunque esté documentado el contrato de un paso procesional para la cofradía del Mayor Dolor de Nuestro Señor y Dulce Nombre de María Santísima, lejano precedente de la actual hermandad de la parroquia de San Lorenzo, y otras obras para la Cartuja de Cazalla, la fama de Agustín de Perea ha llegado a nuestros días por dos obras, además del grupo de San José.

En el año 1687, el mayordomo de la Cofradía del Valle, Toribio Martínez Huertas, le encargaba una imagen de talla completa como titular de la corporación, talla que representaría el pasaje de la coronación de espinas. La notable imagen fue realizada por Perea en madera de cedro y no está documentada la compañía de sayones en su paso hasta el siglo XVIII. Atribuida durante muchos años a Pedro Roldán, que influyó claramente en las obras conocidas de Perea, el Señor de la Coronación ha sido restaurado en varias ocasiones a lo largo de su historia, intervenciones en las que se le añadieron los globos oculares de cristal, se eliminó la primitiva corona de espinas tallada sobre la cabeza o incluso se varió levemente la posición de una de las piernas.


Grabado grupo San José

Aún así, la devota talla conserva una excelente policromía original y una reconocida calidad de talla, en una imagen que tuvo problemas en el cedro original que fueron solucionados con la minuciosa intervención a la que fue sometida en el I.A.P. H.

La otra gran obra de Agustín de Perea que ha llegado a nuestros días es la sillería de coro que en 1697 le encargó el prior de la Cartuja sevillana, Fabián Amaya, un excelente conjunto que realizó con el ensamblador Juan Francisco de Valencia, con un diseño que recuerda a la sillería coral de la Catedral de Málaga y que, en su compartimentación de columnas salomónicas y en las tallas de los santos de cada uno de los sitiales, recuerda las formas estéticas de Pedro Roldán y de Simón de Pineda. El conjunto de la sillería coral ha llegado desmembrado a nuestros días, ya que una parte importante se trasladó a la Catedral de Cádiz en el siglo XIX, lugar donde afortunadamente se conserva, permaneciendo el resto en su lugar original, la iglesia de Santa María de las Cuevas, hoy sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

Tres obras para recordar a un artista que ha sufrido la pérdida de su producción a lo largo de los siglos, hecho que explica su reducido catálogo además de su temprana muerte. Sirva la restauración del grupo titular de la capilla de San José como reivindicación en el tiempo de la obra de este escultor barroco.


Niño Jesús de San José


Cristo de la Coronación, foto / JJ COMAS


Detalle rostro sin la corona de espinas


Manos del Cristo de la Coronación, foto / JJ COMAS


Silleria coro Cartuja de Sevilla


Coro Catedral de Cádiz


Detalle coro legos en el actual CAAC.

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